sábado, 14 de diciembre de 2019

Los siete velos mágicos de Tamariz y la educación


14/12/2019


El último libro de Juan Tamariz, El arco iris mágico (2016), ha sido de los más esperados por la comunidad mágica (ilusionista), pues en él Tamariz revela algunos de los principios mágicos más importantes. Lo mejor de este libro, para quienes no se dedican a la magia profesional o amateur, es que también tiene mucho que enseñar a quienes tienen otras profesiones o hobbies, entre ellos especialmente a quienes nos dedicamos a la docencia. En este texto vamos a intentar aplicar una de las teorías de Tamariz al ámbito de la educación: su teoría de los siete velos mágicos.


La teoría de los siete velos mágicos está explicada en las páginas 317-321 del libro. Sus ideas fundamentales vienen muy bien resumidas en una entrevista en la que el propio Tamariz las adelantó antes de publicarse el libro, y que puede leerse en este enlace.

La idea principal es la siguiente (muy resumida y esquematizada). La buena magia no consiste única, ni principalmente, en el truco. Hay magos técnicamente muy buenos, que ejecutan los trucos a la perfección, pero no gustan al público: pasan indiferentes, aburren o solo logran aplausos de compromiso. Eso se debe a que se centran solamente en el truco, en su parte técnica, pero descuidan lo principal de la magia que es mucho más que el truco. Para Tamariz, lo más importante es la persona y lo que ésta transmite con su magia (esa es la base de otra de sus teorías en el mismo libro El Arco Iris Mágico: la pirámide mágica).

La magia, entendida como la experiencia y las emociones relacionadas con presenciar/participar en un espectáculo de magia, se produce cuando el espectador se desentiende de buscar el truco y se deja llevar por el mago. Lo que Tamariz analiza y enseña en el libro es cómo lograr eso. La teoría de los siete velos mágicos ayuda en ese sentido.

Tamariz usa una metáfora: el mago cubre con siete velos el truco, de modo que el espectador no puede percibirlo, pero gracias a ellos percibe (inconscientemente) otras cosas que son las que producen la experiencia mágica. ¿Cómo sucede eso? No se sabe, dice Tamariz, pero ocurre, por eso son misterios.

En la siguiente tabla aparecen resumidos los siete velos que indica Tamariz.

1er velo
El misterio del amor a lo que se hace
Pasión por la magia.
Se practica, se ensaya, se estudia.
Por gusto, sin obligación,
2º velo
El misterio del esfuerzo
Dedicación y esfuerzo por aprender, ensayar, practicar, perfeccionar.
Lo que se percibe rezuma esfuerzo: se nota que al mago le ha costado lograrlo, que se ha esmerado.
3er velo
El misterio del conocimiento y la sabiduría
Conocimiento de la historia de los juegos de magia, de sus autores, de sus versiones
Conocimiento de técnicas, de efectos, de otras ramas de la magia…
4º velo
El misterio de la energía
Energía que se transmite a través de comer y dormir bien, estar alegre y confiado, sentirse seguro, intelectualmente claro y no espeso, emocionalmente positivo, con ganas, con ilusión…
5º velo
El misterio de la verdad
Sinceridad, veracidad: auténtico amor a lo que se hace, auténtico esfuerzo, auténtico conocimiento, auténtica energía.
Autenticidad de estilo, de personalidad, no plagiar, no fingir…
6º velo
El misterio de la riqueza del mundo interior
Cultura amplia y no erudición.
Diferentes intereses.
Experiencias vitales.
Humanidad: tiene dudas y temores, cae y se levanta.
7º velo
El misterio del amor
Amor a los espectadores: cariño, simpatía hacia el público (que devuelve ese amor).

Lo interesante es que en la entrevista mencionada, justo al final, Tamariz afirma: “todo lo anterior que he expuesto, puede ser aplicado en tu vida y en tu profesión, sea cual sea”. Eso es lo que vamos a intentar aquí, aplicar los siete velos mágicos a la profesión docente.

El truco es en la magia lo que los contenidos (el temario) es a la docencia. Hay docentes que dominan a la perfección los contenidos, pero no logran llegar a su alumnado. Sus clases son aburridas, cansan o incluso son un caos. Recuerda a tus profesores: seguro que había uno del que se decía aquello de: “Sabía mucho de lo suyo, pero no sabía enseñarlo”. Les faltan los siete velos o por lo menos varios de ellos. Si los aplicamos como dice Tamariz, nuestro público, que es el alumnado, percibirá (sin saber cómo) la experiencia mágica del aprendizaje, del placer de aprender. Nuestra clase se llenará de magia.

Los siete velos docentes:

1er velo. El misterio del amor a lo que se hace      

La pasión por la docencia, por enseñar y aprender. La docencia como vocación, como fin en sí misma, que nos autorrealiza al enseñar. No como fin para otra cosa (como medio para tener un sueldo, más vacaciones…). La docencia como trabajo-placer. Esto exige un conocimiento y un autoconocimiento. Conocer en qué consiste en la realidad este trabajo de enseñar (y no modelos ideales), saber con quiénes trabajamos principalmente (niños y adolescentes que se comportan como niños y adolescentes, muchos de ellos con problemas). Autoconocimiento y sinceridad: ¿nos gusta nuestro trabajo tal y como es?, ¿estamos a gusto en él? ¿Sentimos placer cuando entramos en un aula con niños, niñas o adolescentes gritando, corriendo, saltando, bromeando, pegándose, insultándose?, ¿sonreímos sabiendo que esa es nuestra materia prima, la que tenemos que pulir sin dar gritos, sin amenazas, sin broncas, sin miedo, sin manu militari, sino con docencia? Si es así, nuestro alumnado notará que amamos nuestra profesión, que nos gusta enseñar, y responderán en consecuencia.

2º velo. El misterio del esfuerzo

La dedicación y el esfuerzo por mejorar nuestro trabajo y mejorarnos a nosotros mismos como docentes. Por supuesto, dominar nuestra materia a la perfección. Pero no solo eso. También la formación continua, el estudio constante, la actualización permanente en pedagogía, didáctica, metodología, técnicas, herramientas, etc., que enriquezcan y perfeccionen nuestro trabajo. Lecturas, cursos, seminarios, congresos, jornadas. La preparación y perfeccionamiento de nuestras clases, de nuestro discurso (lo que les vamos a decir), de nuestros materiales (apuntes, presentaciones…), de las actividades que les proponemos. Nuestra competencia y pericia utilizando las herramientas docentes. La planificación en vez de la improvisación, pero planificación flexible, que permite improvisar sobre la base de dicha planificación (igual que el músico de jazz improvisa después de mucha práctica y ensayo). El alumnado nota ese esfuerzo y lo valora.

3er velo. El misterio del conocimiento y la sabiduría      

El profesor que sabe mucho más que su mero trabajo, el profesor que es sabio. El profesor de matemáticas que sabe de historia, de filosofía, de música… Que también sabe de rap, de videojuegos. Que conoce las películas y series favoritas del alumnado. Que conoce el mundo, que no sabe solo de lo suyo y así puede utilizarlo para enseñar lo suyo. Que puede utilizar música para enseñar plástica o filosofía para enseñar lengua y literatura. Y de lo suyo no solo sabe lo estrictamente necesario: no solo conoce su temario y los contenidos. Sabe de pedagogía, de didáctica, de metodología, de psicología, de neuroeducación... Conoce distintas formas de enseñar, no solo la clase magistral: sabe enseñar por proyectos (ABP), mediante clase invertida (flipped classroom), etc., y usa cada una cuando conviene. No solo evalúa por exámenes (o no lo hace, directamente), sabe evaluar de otras formas (portfolio, examen colaborativo, etc.). Su alumnado lo nota y se asombra.

4º velo. El misterio de la energía

El docente que transmite “energía” en sus clases. Que está alegre, feliz, animado, contento, tranquilo, y lo contagia. Esa “energía” procede de su salud y su seguridad. Duerme bien, come sano, hace ejercicio. Tiene buen humor, tiene relaciones sociales, disfruta de su familia, de sus amistades. Conoce las emociones, sabe reconocer las suyas y las de los demás, sabe también manejarlas con cuidado, con prudencia, con sentido de la oportunidad. Sabe que al alumno enojado no puede gritarle, que a la alumna suspensa no le conviene el rapapolvo… Tiene la seguridad interior de estar en su sitio, de gustarle su trabajo, de ser competente en su desempeño, de haber preparado bien sus clases. No tiene miedo, no tiene ansiedad. Disfruta de la vida y se la hace disfrutar a los demás. Emocionalmente es estable. Y su alumnado disfruta de él.

5º velo. El misterio de la verdad 

Todos los velos son sinceros: de verdad ama su trabajo, se esfuerza, conoce, tiene energía, un mundo interior rico, y ama a su alumnado. No lo finge, no lo simula. No es un actor. Es alguien auténtico en todos los sentidos. Va de cara, avisa previamente, no cambia las reglas del juego a mitad del partido, cumple su palabra. Tiene un estilo propio, es él mismo. Tiene sus propios materiales (no copia ni plagia los de otros), le sobra el libro de texto o lo usa como un recurso más (no el único ni el principal). Es único, irrepetible, y su alumnado le quiere a él en clase: no a cualquier profesor sino precisamente a este profesor y no a ningún otro.

6º velo. El misterio de la riqueza del mundo interior       

El profesor transmite en sus clases que tiene un mundo interior rico, amplio, interesante, que despierta la curiosidad de su alumnado por conocerlo, por saber de él. No es un robot ni alguien frío y distante, sino una persona de carne y hueso, caliente, lleno de experiencias, conocimientos y sabiduría que su alumnado quiere conocer. Es una persona, con sus fallos, temores y dudas, que pide perdón si hace falta, que reconoce sus errores, que se emociona y no lo oculta. Es una persona llena de experiencias vitales, de intereses, de lecturas, de viajes, y se le nota. Su alumnado le admira y quiere saber más de él.

7º velo. El misterio del amor        

Quizá el más importante. Amor al alumnado. Amor en sentido amplio: afecto, cariño, respeto, comprensión, empatía, simpatía, compromiso. El amor verdadero es concreto, no abstracto: amamos a alguien concreto. Amamos a nuestro alumnado particular, al que tenemos y no a uno ideal. Amamos a todos y cada uno, no solo a los que estudian. Y especialmente a quienes no estudian: a quienes nos dan más guerra, a quienes nos revientan la clase: porque son quienes más nos necesitan. Les conocemos por su nombre propio, sabemos pronunciarlo aunque sea complicado. Nos dirigimos a ellos siempre con respeto, incluso en los momentos tensos y difíciles y especialmente en esos momentos, tanto verbalmente como con los gestos, las miradas, nuestra cara. Jamás les insultamos, ni nos burlamos ni nos reímos de ellos o sus fallos (¡cómo no van a fallar si están aprendiendo!). Les entendemos, les comprendemos y nos esforzamos por conocerlos para eso: sus circunstancias particulares, personales, familiares, socioeconómicas. No tenemos alumnos problemáticos sino alumnos con problemas. Les incluimos, no les excluimos, no les apartamos, nunca les dejamos fuera o al fondo de la clase. Cuando nos contestan de mala manera, tiran la mesa al suelo, gritan…, les calmamos, les preguntamos qué les pasa, cómo podemos ayudarles. Ponemos límites, regañamos, nos mantenemos firmes y castigamos si es necesario: y al mismo tiempo les ayudamos, les acompañamos, estamos con ellos. Nos alegramos de sus éxitos y les apoyamos cuando fracasan. Reímos y lloramos con ellos. El alumnado nota ese amor y nos lo devuelve.

¿Cómo se perciben los siete velos? Es un misterio, dice Tamariz, pero se notan. No pretendemos aquí responder, pero sí dar alguna pista. En magia se dice que es la suma de los detalles lo que importa, y no tanto uno concreto en particular. Para terminar, tan solo apuntamos algunos de esos detalles que, sumados, transmiten la magia de los siete velos.

1er velo
El misterio del amor a lo que se hace
¿La docencia es tu pasión? ¿Te gusta enseñar, especialmente a quienes más les cuesta aprender, más concretamente, a quienes no quieren aprender? ¿Sientes la docencia como parte de ti, o como un medio para otras cosas (sueldo, vacaciones…)? ¿Disfrutas preparando tus clases por la tarde o piensas que eso te roba tu tiempo libre? 
2º velo
El misterio del esfuerzo
Planifica tus clases, prepáralas, no improvises, cuida todos los detalles: ese alumno TDAH, aquella alumna que siempre está enfadada, aquel otro más tímido… Prepara y cuida también tus materiales: tus apuntes, tus presentaciones…
3er velo
El misterio del conocimiento y la sabiduría
Lee, fórmate, domina tu materia, profundiza en metodología, pedagogía, didáctica, psicología… 
Conoce otras materias, estudia otro Grado, aprende de otros temas, amplia horizontes.
4º velo
El misterio de la energía
Come sano, duerme suficiente y bien, haz ejercicio.
Relájate, expresa tus emociones, disfruta de tu familia y amistades: sé feliz y haz felices a los demás.
Ten seguridad en ti mismo como resultado de tu formación, de tu esfuerzo, de tu experiencia.
5º velo
El misterio de la verdad
Sé auténtico, sé tú mismo, no copies a otro, personaliza lo que aprendas, ten tu propio estilo.
Crea tus materiales o adapta otros, no plagies.  
Sé sincero, cumple tu palabra, nunca mientas, no finjas.
6º velo
El misterio de la riqueza del mundo interior
Lee mucho, viaja, ten hobbies. Vive experiencias, conoce otras culturas, otros idiomas, aprende de gente distinta.
Muestra tus emociones en clase, tu humanidad, reconoce tus errores, pide perdón si hace falta.
7º velo
El misterio del amor
Ama a tu alumnado, quiéreles, acéptalos, compréndelos, conócelos personalmente, a sus familias, su contexto, su circunstancia. Empatiza, recuérdate de joven, no les mires por encima del hombro. Respétales, sé educado, nunca grites, mantén la calma. Acompáñales, emociónate con ellos, sonríeles.  


Andrés Carmona Campo. Licenciado en Filosofía y Antropología Social y Cultural. Profesor de Filosofía en un Instituto de Enseñanza Secundaria. Coautor del libro Profesor de Secundaria: Claves para lograr la autoridad en el aula educando por competencias

Si te gusta, puedes compartirlo en tus redes sociales.

En este enlace puedes acceder a una vista previa, el índice, prólogo y algunos contenidos del libro.

Si quieres recibir un fragmento del libro, mándanos un email a: 

libroprofesordesecundaria@gmail.com

Si quieres recibir novedades y material complementario 
Apúntate a nuestra fans page en Facebook:

https://www.facebook.com/Profesor-de-secundaria-Claves-para-lograr-la-autoridad-en-el-aula

@LibrodelProfe



No hay comentarios:

Publicar un comentario