Imagen: el «cuñado» de los geniales vídeos de Santi Gª Cremades (@SantiGarciaCC)
29/09/2020
La pandemia de coronavirus ha puesto de manifiesto
multitud de cosas. Una de ellas es el papel de los expertos y su autoridad.
Como durante el confinamiento se canceló también el fútbol, multitud de
“cuñados” que antes se dedicaban a poner en su sitio a los entrenadores cada
vez que su equipo perdía un partido, entonces se ocuparon de pontificar sobre
virología, epidemiología y economía. La reacción de virólogos, epidemiólogos y
economistas fue la de exigir un respeto a su autoridad como expertos y
denunciar la temeridad de opinar de asuntos tan complejos por parte de quien no
tiene una mínima formación en ellos. El ejemplo se extendió a otros ámbitos
donde los expertos en cada uno de ellos exigía lo mismo: pediatras, profesorado,
jueces, etc. La idea subyacente es que en cada ámbito solamente pueden opinar
del mismo los expertos en dicho ámbito. De medicina solo pueden opinar los
médicos, de Derecho los juristas o de fontanería los fontaneros.